“No es preciso que el pintor cree los símbolos, de otro modo, sería mejor escribir de una vez lo que se quiere decir en lugar de pintarlo.” Alfred H. Barr
En referencia a los símbolos, el caballo como elemento simbólico ha ido tomando muy diversos significados a lo largo de la historia: el mensajero de la muerte surgido de las tinieblas, o el portador de la muerte, o el conductor de las almas al reino de los muertos. El caballo también ha sido símbolo de lo oscuro y lo irracional, significado que ha derivado a la representación de los deseos más incontrolados, desde el amor platónico hasta la violación y el rapto.
La simbología del caballo es rica y compleja. He buscado representar un caballo eterno, es decir, recóndito, secreto, desconocido, elemental, abstraído de referencias que acoten el significado. El caballo erguido, solemne, alzado en el aire, en pose poderosa, blanco sobre negro, reforzado, matizado por las simbología de estos colores: pureza y oscuridad.
La disposición del lino tiene una densidad menor que el negro que es bastante más espeso y denso, lo cual habilita que el caballo quede en suspenso de manera suave.
Caballo blanco. Acrílico sobre lienzo, 232 x 97 cm. 2010
